En el mes de septiembre recibió el alta nuestra paciente Isabella Bustos luego de un arduo tratamiento. Estamos felices por ella y queremos contarles cómo es la internación para los más pequeños. Entrevistamos a nuestro Servicio de Internado Pediátrico.
-¿Qué significa para los chicos estar internado? ¿Cómo se aborda el tema emocional?
¿Qué significa? sólo ellos podrían describirlo. Como médicos pediatras empatizamos con los chicos y los familiares para que el proceso sea emocionalmente una experiencia agradable.
-¿Cómo es la relación médico paciente?
Es un mundo según la personalidad del paciente y su entorno. Como médicos, nos involucramos con cada uno; específicamente con los pacientes y padres en tratamiento crónico, al final somos una gran familia.
-¿Qué preguntas hacen los chicos?
Es pediatría, son niños, se pueden imaginar lo que surge de cada uno, podríamos hacer un libro con preguntas para el recuerdo. Los más chicos se preocupan por cuando van a poder salir a jugar, por la comida, por poder tener mascotas; los adolescentes preguntan por el tiempo de tratamiento, por el alta, por próximas internaciones. Ambas edades preguntan sobre lo mismo, de distinta forma, la vida.
-¿Cómo es la contención con los papás?
Creo que las palabras no siempre alcanzan y el silencio o acompañamiento es necesario, y la contención va más allá de la profesión, es algo humano.
-¿Cómo se experimenta en tiempos de COVID?
Es muy difícil, el aislamiento, las medidas de distanciamiento social no permiten llegar al paciente y poder mirarlo a la cara que nos reconozcan, un abrazo, un apretón de manos y obvio limita mucho las visitas de familiares, que son una gran compañía para el paciente hospitalizado.
-¿Qué significa para ustedes cada alta?
Un logro personal de cada uno, como equipo y como institución. Lo vivimos con mucha alegría y buscamos que esa energía le llegue al paciente. En pediatría los más chiquitos muchas veces no entienden lo grandes que son después de pasar por el proceso de tratamiento, creo que cuando tomen real conciencia de lo sucedido van a entender porque lloramos y festejamos cada alta sanatorial.