El bajo consumo de sal diario (< de 5 mg por día) en el adulto contribuye a disminuir la tensión arterial y, así, el riesgo de enfermedades cardiovasculares como accidente cerebrovascular e infarto de miocardio, entre otras. Por esto es muy importante el control del consumo de sal, no sólo en la sal agregada sino en la que se encuentra ya incorporada en los alimentos que consumimos.
Es muy importante que tomemos conciencia acerca de esto, ya que es un hábito dietético que podemos modificar a bajo costo y generar así un gran impacto positivo en nuestra salud.
¿Cómo hacerlo?
Compartimos algunos consejos de la Organización Panamericana de la Salud:
-Al comprar tus alimentos elige alimentos naturales. Si compras procesados, elige los que tengan menos sal.
-Al cocinar utiliza hierbas frescas, pimiento, ajo o limón para reemplazar la sal o cubitos saborizantes.
-En la mesa limita el consumo de comida rápida y uso del salero.
-Exige productos bajos en sodio y etiquetas claras en tus alimentos.