La Fiebre Amarilla es una infección producida por un virus transmitido por el mosquito Aedes Aegypti, que es el mismo mosquito que transmite otras infecciones víricas como Dengue, Zika y Chikungunya.
Es una enfermedad que no tiene tratamiento específico (solo se tratan las complicaciones) y tiene una mortalidad que puede llegar al 20 %. Las principales complicaciones de esta infección son la afectación Hepática, Renal, Hematológica , Cardiológica y del Sistema Nervioso Central.
El 27 de Enero se conmemora el inicio de la última gran epidemia de fiebre amarilla producida en la ciudad de Buenos Aires en el año 1871. Ese año, en los primeros meses, falleció el 8 % de la población de la ciudad a causa de esta infección, con un número aproximado de 13800 muertes.
En el año 2007, ante la aparición de casos en monos y humanos en la Provincia de Misiones y la frontera con Brasil, se decide incorporar la vacuna al calendario en algunas provincias (Misiones; Formosa y algunos departamentos de Corrientes, Chaco, Salta y Jujuy) En estas regiones, la vacuna se coloca a los 18 meses de vida y un refuerzo a lo 10 años de la primer dosis. Hasta ese año, en Argentina hacía más de 40 años que no se detectaban casos autóctonos de fiebre amarilla.
Los síntomas
Los síntomas iniciales de la fiebre amarilla, luego de un periodo de incubación de 3 a 6 días, son fiebre, mal estado general, dolor de cabeza, náuseas, vómitos, dolores musculares, que se pueden confundir con otras enfermedades al comienzo de los síntomas, por lo que debemos acudir rápidamente a la consulta. Posteriormente se instala un cuadro de Ictericia, de ahí la denominación de fiebre amarilla.
¿Como podemos prevenirla?
En la actualidad tenemos un excelente recurso para prevenir la Fiebre Amarilla, la vacunación. Esta es eficaz, segura y asequible, y confiere protección de por vida. En esta épocas donde son muy frecuentes los viajes a zonas con casos de fiebre amarilla, es conveniente aclarar algunos puntos:
· En caso de viajar a una zona de riesgo la vacuna debe ser colocada por lo menos 10 días antes del viaje.
· No es necesario vacunarse si uno viaja a una zona donde no hay casos de fiebre amarilla, ya sea en el país o en el extranjero.
· No es necesario revacunarse si ya recibió una dosis de esta vacuna , así haga muchos años de haberla recibido.
· La vacuna está contraindicada en los menores de 6 meses y en los que presentan antecedentes de reacciones alérgicas graves a la ingestión de huevos o derivados.
· No se recomienda a los mayores de 60 años,a los inmunocomprometidos y en el embarazo.
· Los efectos adversos más frecuentes posterior a la colocación de la vacuna son leves e incluyen fiebre, reacción local en el sitio de infección y malestar general. Las reacciones graves son muy infrecuentes.
Servicio de Infectología