Todas las intoxicaciones por monóxido de carbono son evitables. El monóxido de carbono es un veneno que no tiene color, olor, sabor y no irrita los ojos ni la nariz.
Cada año provoca en nuestro país la muerte de unas 200 personas. Al no poder percibirse, es necesario tomar medidas preventivas para evitar que el monóxido contamine nuestra casa y nuestras vidas.
Es fundamental:
- Revisar los calefactores antes de la época invernal.
- Dejar una ventilación permanente en cada ambiente (además de ventilar toda la casa una vez por día).
- Observar que la llama de gas sea siempre de color azul.
- Si se usa brasero o estufa a querosén, apagarlos afuera de la casa antes de irse a dormir.
- No instalar calefones en el baño, ni en espacios cerrados o mal ventilados.
- En baños, dormitorios y ambientes cerrados solamente instalar artefactos con salida al exterior (de tiro balanceado).
Ante síntomas de intoxicación es necesario ventilar el ambiente y recurrir rápidamente al centro de salud.