Así como le sucede a nuestras manos, la pandemia trajo también nuevos hábitos para nuestros rostros. Ante la utilización habitual del barbijo, hemos notado que nuestra piel se encuentra reseca y que se produce mayor cantidad de acné.
¿Por qué sucede esto?
Porque cuando hablamos o respiramos expulsamos aire caliente y el barbijo lo atrapa, lo que genera un ambiente perfecto para el crecimiento de bacterias y ácaros de la piel; sumado también al rozamiento del barbijo en nuestra nariz, cachetes, etc que produce irritación en nuestra dermis.
¿Qué hacer?
Se aconseja humectar la zona del barbijo, de ser posible cada 2 a 3 horas, como así también un lavado continuo de la piel con jabón sin perfume. Ante cualquier erupción y/o incomodidad, se sugiere visitar inmediatamente al profesional.
Servicio de Dermatología de la CPVS